Ya quedaron atrás los días de sol y playa. Los colores de la naturaleza han cambiado y han llegado el frío y la lluvia, los días más cortos, oscuros y para algunos más tristes.
Para que la tristeza no pueda asomarse, se me ha ocurrido regresar a los colores primaverales, ¡Nada mejor que las FLORES! y como desde hace un tiempo me ha dado por los collares, pensé que éstas serían la solución para animarnos desde la mañana.
Esta flor en versión collar ó broche es un accesorio sencillo, fresco, colorido que encaja a la perfección con cualquier look otoñal. Se ven geniales en la solapa de un abrigo negro; una gabardina, una cazadora vaquera; una camiseta básica de cuello alto, sin mangas, una chaqueta de punto, un jersey abrigoso; y hasta decorando un triste bolso...
Los tonos tierras, negros y grises siempre se han relacionado con el otoño y el invierno. Muchas los prefieren, pero en mi opinión el color es fundamental.
Los tonos tierras, negros y grises siempre se han relacionado con el otoño y el invierno. Muchas los prefieren, pero en mi opinión el color es fundamental.
¡¡Cómo lucir las FLORES con diferentes looks!!
Están hechas con fieltro y cintas de seda de colores vibrantes, adecuadamente coordinados y un pequeño toque brillante en el centro.
El collar es muy flexible porque tiene un sencillo mecanismo que permite desplazarlo a diferentes alturas y así parecería un collar diferente cada vez.
Se pueden mezclar hasta 3 colores. Los más elegantes suelen ser con solo dos, el negro con el rojo ó con verde botella, dos colores de una misma gama, dos totalmente diferentes y si se prefiere algo más atrevido, unir dos que sean opuestos entre ellos como el verde lima y el amarillo con fucsias, azules y lilas.
La otra versión de la flor es ésta, algo más pequeña y decorada con bolas de colores y un cordón de seda elegante, y suave al tacto.
En este modelo puede modificarse el color y tamaño.
